A sus 75 años, la OTAN busca afianzarse como garante de la seguridad de «Occidente». En una reunión donde participaron los 32 ministros de Asuntos Exteriores y Defensa de los países miembros del bloque, se discutió sobre el futuro del organismo, la situación ucraniana y la preocupación por el avance ruso…
Es cierto que la antigua Unión Soviética, actualmente Rusia, ha sido siempre el «otro», la principal «amenaza» que ha enfrentado la OTAN y donde esta última encuentra su identidad y su razón de ser. La decisión de Putin de invadir militarmente a Ucrania, encendió las alarmas y revitalizó a esta alianza que se creía obsoleta y deficitaria.
Ucrania no es miembro de la alianza, sin embargo, la OTAN ha optado por apoyar a Kiev económica y militarmente -sin tropas en territorio- con el objetivo de poner a prueba la capacidad de la defensa europea y de apuntalarse como el garante de la seguridad de «Occidente». No obstante, la capacidad de la defensa europea, según muchos analistas, se ha visto mermada en los últimos años del conflicto ruso-ucraniano, dejando en evidencia, entre otras cosas, los achaques en materia militar de los países del bloque europeo en particular y de la OTAN en general.
La Alianza Atlántica enfrenta ciertos desafíos que dependiendo del punto de vista del cual se miren, son oportunidades de fortalecimiento o síntomas de un fuerte debilitamiento. Una de las críticas más férreas al organismo es la del ex presidente Donald Trump, quien acusa a los países miembros -europeos- de no cumplir con la cuota del PBI acordado y dejar la responsabilidad de la seguridad europea sobre los hombros de Estados Unidos. Europa, por su parte, cree que la alianza está pasando por un momento clave donde la única vía posible es su fortalecimiento, por lo que han aumentado en los últimos 2 años de manera récord su presupuesto en defensa.
Ayer se celebró el 75º aniversario de la OTAN en Bruselas. En ese marco, se llevó adelante un encuentro del Consejo OTAN-Ucrania, donde participaron los 32 ministros de Asuntos Exteriores y Defensa de los países miembros del bloque. En dicho encuentro, el ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Dmitro Kuleba, solicitó urgentemente la entrega de Patriots, esto decía;
“No quiero aguar la fiesta de aniversario, pero mi mensaje principal hoy serán Patriots, porque salvar las vidas ucranianas, salvar la economía ucraniana, salvar las ciudades ucranianas, depende de la capacidad de los Patriots»
Los Patriots son un sistema de defensa aérea que le permite a Ucrania defenderse de los ataques aéreos rusos que tanto daño le hacen y le dan ventaja a Moscú en el campo de batalla. La respuesta de los socios a este pedido, sin embargo, no fue tan contundente. Los aliados prometieron que van a hacer “un nuevo esfuerzo para encontrar lo que puedan, ver qué más pueden proporcionar” y buscar en sus inventarios algo para dar, indicó el secretario de la OTAN, Stoltenberg, en una rueda de prensa una vez terminada la reunión.
Por otra parte, Stoltenberg, propuso la creación de un fondo de 100.000 millones euros a cinco (5) años para la ayuda a Ucrania. Una propuesta fundada, entre otras cosas, en el temor de la victoria de Donald Trump en las próximas elecciones de Estados Unidos que se celebrarán en noviembre. No hay que olvidar que Trump no solo criticó a la alianza y a sus miembros europeos, sino que amenazó con quitarle el financiamiento a la Alianza Atlántica en general y la asistencia a Ucrania en particular, un escenario que sin duda pondría a la OTAN y a Ucrania en una «situación difícil». La propuesta de un mecanismo que canalice la ayuda del organismo a Kiev, también por parte de Stoltenberg , es consecuencia del mismo temor.
Actualmente, La Cámara de Representantes de Estados Unidos, tiene 60.000 millones de dólares en ayuda para Ucrania bloqueados, aunque los mismos fueron aprobados previamente por el Senado. En ese sentido, Stoltenberg, recordó que el apoyo a Kiev «no es caridad», sino que representa una inversión a la seguridad de «occidente».
Aunque la ayuda a Ucrania por parte de sus aliados no ha cesado desde que inició la guerra, esta ayuda si ha cambiado en el tiempo y en las formas, tendiendo cada vez a ser menos y encontrando cada vez más obstáculos de diferente índole en el camino. En el seno de la OTAN la cuestión no ha sido diferente. Por ahora, Alemania ha anunciado cerca de 600 millones de euros para la iniciativa checa de adquirir munición de artillería, el Reino Unido ha comunicado el envío a Kiev de 10.000 drones, Francia dará más misiles y vehículos blindados, y Finlandia suministrará un nuevo paquete de ayuda por valor de 188 millones de euros.