Qué pasó:
Tras la condena de la ONU por los ataques israelíes en Gaza y Damasco -donde murieron siete oficiales iraníes-, los servicios de inteligencia occidentales alertan sobre posibles represalias de la Guardia Revolucionaria de Irán.
Por qué importa:
El primer ministro israelí Netanyahu, cada vez más aislado, podría buscar un conflicto regional para consolidar su poder. Sin embargo, una guerra a gran escala implica altos riesgos: Occidente está concentrado en Ucrania y evita nuevos frentes, mientras Irán cuenta con grupos proxy que complican la situación sin un enfrentamiento directo. Además, Estados Unidos, en año electoral y con limitaciones militares, evitará una guerra total.
Qué se espera:
Es probable que haya ataques de grupos aliados de Irán contra Israel en las próximas semanas. Aunque una guerra abierta es poco probable, la tensión sigue alta, y la participación de un país nuclear en el conflicto aumenta la preocupación internacional.