La política francesa Marine Le Pen y otros ocho miembros de su partido, Agrupación Nacional (RN), fueron declarados culpables de malversación de fondos públicos en un juicio que algunos consideran sesgado por la izquierda. Esta sentencia resultó en la inhabilitación de Le Pen para postularse a cargos públicos, incluida la presidencia en 2027. Sin embargo, el tribunal no especificó la duración exacta de la inhabilitación.
Le Pen es considerada una de las principales candidatas para las elecciones presidenciales de 2027 y ha argumentado que la sentencia sería una forma de privar de representación a las millones de personas que votaron por ella, afectando gravemente a sus seguidores y al bienestar de Francia. En las elecciones presidenciales de 2017 y 2022, quedó en segundo lugar frente al presidente Emmanuel Macron, y su partido ha ganado un apoyo significativo en los últimos años. En su defensa, Le Pen sostuvo que no había cometido ningún acto ilegal ni irregular.
El caso se refiere al uso indebido de fondos del Parlamento Europeo, destinados presuntamente a financiar actividades del partido Agrupación Nacional. Los fiscales argumentaron que los fondos de la UE fueron empleados para pagar al guardaespaldas y al asistente personal de Le Pen, entre otros miembros del partido.
Además de la inhabilitación para postularse en 2027, el tribunal sentenció a Le Pen a cuatro años de prisión, dos de los cuales fueron suspendidos y los otros dos se cumplirán con una pulsera electrónica fuera de la cárcel. A pesar de esta condena, Le Pen podrá mantener su puesto actual como miembro del Parlamento por Pas-de-Calais, aunque no podrá postularse en futuras elecciones parlamentarias durante el período de inhabilitación.
En un contexto político cambiante, su partido, Agrupación Nacional, se consolidó como la primera fuerza política en las elecciones parlamentarias anticipadas de 2024. Esto ha incrementado las expectativas de que Le Pen podría tener su mejor oportunidad de llegar al Élysée en 2027, centrando su campaña en la oposición a la inmigración y otros temas clave para su base de apoyo.
Esta proscripción de la principal opositora francesa no solo constituye un evento de interés para Francia, sino que también repercute en los bloques del Parlamento Europeo que agrupan a los nacionalistas, ya que podría marginar a una de sus principales figuras. A su vez, este hecho pone fin a los recientes consensos alcanzados en Francia sobre la Guerra de Ucrania, donde Agrupación Nacional y Los Republicanos habían comenzado a acercar sus posiciones respecto a la participación de Francia en el conflicto, al mismo tiempo que Marine Le Pen se alejaba de las posturas de Putin y Trump, con quienes coincidía hasta hace poco tiempo atrás.
Además, esta situación contribuye al creciente descontento y desconfianza en la democracia europea, donde las instituciones supranacionales parecen influir en la política nacional, erosionando la confianza de un amplio sector del electorado francés. Cabe señalar que, al mismo tiempo, se proscribe al líder euroescéptico en Rumanía, y se suman a la lista de figuras contrarias a las políticas predominantes en Bruselas los jefes de gobierno europeos como Viktor Orbán en Hungría y Robert Fico en Eslovaquia.
Queda esperar para ver quien tomará la batuta de la derecha francesa, y como reaccionará la derecha europea respecto a esta medida judicial, marcada por el contexto electoral y bélico a la vez.
